Cuando tenía como 10 años me empezó a dar por tocar la batería. Como dije en la otra entrada de hace varios dias, al wey de Maná me inspiro y desde ahí comenzó una historia con los tambores.
La cosa es que nunca tuve una batería, al menos en México. Mis padres no le veian chiste a mi haciendo tal ruido, y pues tampoco teniamos el dinero para comprar algo decente. En fin, me la pasaba todos los dias pegandole a la butaca durante la escuela, y hubo un punto de que el maestro se cansó de mi ruido y me sacó de la clase. Qué tiempos aquellos….
Lo que sí lamento es nunca haber tenido la imaginación de crear algo como el niño del video que aquí les presento. Eso si se llama determinación. Y la verdad, considerando la situación, sí se la rifa el chamaco este (mucho mejor que un montón de bateristas que conozco y se creen la cagada más buenota del mundo).
Parece que es de la India, pero ya hasta hay comentarios de gente que está dispuesta a ayudar a este joven con una batería de más formal y/o mandarle dinero para que se consiga una. Que chido. Eso sí es de admirar.
Y que se cuide el wey de las Latas De La Vida!
