Sabado por noche (Segunda parte)
Estamos una vez aquí para describirles lo que acontese en el bajo mundo de la ciudad de Indianapolis. En esta ocasión el inigualable Pichon nos pudo acompañar el viernes por la noche a echar desmadre. Si ya sé que están pensando, que el artículo dice sábado por la noche y que el pinche Pinchon aun no tiene edad para ir a los clubs de Indianapolis, pero que se le puede hacer a este wey solo lo dejaron salir el viernes por la noche y pues yo ya tenía puesto mi traje de Chela-Break, así que pues no hubo de otra más que ir a echar desmadre. Por cierto, porque hijos de la madre tenernos que meter para todo a la persona que nos engendro (la madre)… quizás esa sea otra investigación del Chela-Break, pero en fin volviendo otra vez al viernes por la noche, total que nos vamos a un lugar Latino. Había un baile en el norte de la cuidad en un lugar llamado “El lugar” o “La sede” o algo así. El estacionamiento estaba lleno, un chingo de carros por todos lados, lo primero que pensé fue, “esto se va a poner de poca madre”, pero ya ven lo que dice el dicho ¡No todo lo que brilla es oro! Y así fue como nos paso, para empezar estaban cobrando $40 para entrar, la neta se me hizo muy caro, pero pues ya estábamos ahí, y pues total que pagamos. Al momento de entrar nos pidieron una identificación, se me hizo un poco raro que pidieran una identificación, si supuestamente este evento era para todas las edades, mostramos las identificaciones, si tenias más de 21 te ponían una banda en la muñeca de tu mano y si no tenias los 21 no te ponían nada. Sin darle tanta vuelta al asunto entramos en donde estaba el baile. Yo esperaba ver el lugar lleno, con chavas por todos lados, el relajo chido, sin embargo fue todo lo contrario. El lugar estaba vacío, y aun que el baile era para todas las edades había una valla que dividía el lugar, si tenias 21 o más podías entrar en la parte de adentro de la valla y si no tenias la edad te quedabas en la parte de afuera. Ya sé lo que estas pensado y si el pinche Pichon se quedo afuera de la valla, cuando entramos en la parte de adentro de la valla el pinche Pinchos puso cara de niño regañado, pensó que lo íbamos a dejar afuera. Pero como dijo el Chapulín Colorado, “No contaban con mi astucia”, una vez adentro de la valla me acerque a este inocente animalito, creación de la naturaleza apodado el Pichon y le di mi banda para que pudiera entrar. Pues ya medio entrados en el desmadre pues nos lanzamos por unas chelas, y después por otras, pero el pinche baile seguía igual o peor que cuando llegamos. Por lo que decidimos tomar medidas drásticas (poner bien pedo al Pichon para que hiciera cosas mamilas y cómicas)… ojala y eso hubiera pasado, acabamos por irnos a una fiesta de una amiga que cumplía 21 años y por cierto fue una bueno decisión porque el ambiente estaba más chido en la fiesta.
La moraleja de la historia es la siguiente no porque veas que el estacionamiento está lleno quiere decir que el ambiente esta hasta su madre adentro, porque recuerda qué no todo lo que brilla es oro, y no seas baboso wey, no pagues $40 por un inche baile y menos si no conoces a los weyes que están tocando. ¡No MAMES WEY…!
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